En un reciente evento organizado por la Red de Mujeres Uniamérica en Colombia, se destacó el compromiso de los sindicatos filiales con la creación de ambientes laborales libres de hostilidad y políticas antisindicales. Durante la jornada, se subrayó la importancia de la ratificación del Convenio 190 de la OIT, que busca garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable para todas las personas, reconociendo las formas de violencia que afectan desproporcionadamente a ciertos grupos como mujeres, personas trans, no binarias, afrocolombianos y personas con diversidades funcionales.
El Convenio 190 no solo protege a los trabajadores en su lugar de trabajo, sino también en los desplazamientos, eventos sociales y actividades de capacitación. Una de las características clave de este convenio es que considera el acoso laboral incluso si se manifiesta una sola vez, a diferencia de leyes anteriores que requerían conductas reiteradas.
Este avance es crucial en un país con una deuda histórica en cuanto a la protección de las mujeres, quienes siguen enfrentando altos niveles de violencia, acoso sexual y hostigamiento. La lucha por la erradicación de estos flagelos es constante y no cesará hasta alcanzar espacios laborales seguros, sin miedo, discriminación ni violencia.
Después de la ratificación del Convenio 190, es esencial que el gobierno adopte legislaciones específicas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia y el acoso laboral, con especial atención a la violencia de terceros, como la que proviene de usuarios y clientes. Además, se deben promover acciones de capacitación, sensibilización y una política de tolerancia cero frente al acoso, así como establecer canales de atención, investigación y respuestas oportunas.